La limpieza de la lengua, imprescindible para la salud bucal

Una adecuada higiene bucal no depende únicamente de la limpieza de los dientes. El cepillado de la lengua es igual de importante, no hay que olvidar que es en esta zona de la boca donde se acumulan más bacterias. Por este motivo, la limpieza de la lengua debe formar parte de la rutina diaria del cepillado. ¿Pero cómo se limpia de manera correcta?
Gran parte de las bacterias se concentra en la parte más profunda de la lengua, la parte trasera. La manera más eficaz de llegar hasta ella y limpiarla es usando un raspador de lengua o limpiador lingual. Hay una gran variedad de raspadores linguales en el mercado, incluso algunos cepillos de dientes incluyen raspador.
Como mínimo, la lengua debe limpiarse una vez al día. Pero para una mejor higiene bucal, cada vez que se haya realizado el cepillado de los dientes, debe llevarse a cabo la limpieza de la lengua. El limpiador lingual debe emplearse, con movimiento suaves, desde dentro hacia fuera. Después de cada movimiento es recomendable enjuagarlo. Para una limpieza completa que abarque toda la lengua, serán precisas unas cuatro pasadas. Al principio, la limpieza de la lengua provoca que muchas personas tengan la sensación de náuseas, por lo que habrá que ir aumentando la profundidad de la limpieza de manera progresiva. Así, poco a poco se llegará a las zonas más posteriores de la lengua.
Con el objetivo de eliminar aquellas bacterias desarrolladas durante la noche, nada más levantarnos también se recomienda que al levantarse se realicen una limpieza lingual. Adicional a nuestras recomendaciones básicas los profesionales del Centro Odontológico San Pablo, pueden asesorarte de manera más personal acerca de los cuidados y la limpieza de la lengua.
¿Por qué hay que limpiar la lengua?
En la lengua están situadas diversas papilas gustativas que además de permitirnos identificar los sabores en los alimentos también son un centro principal de acumulación bacteriana. La falta de limpieza en la lengua puede provocar halitosis, potenciándose así el mal aliento. En muchas ocasiones, se origina a partir del denominado cubrimiento lingual, es decir, de la acumulación de placa bacteriana en la parte posterior de la lengua con la proliferación de bacterias.
Una vez que la placa bacteriana se ha alojado entre las papilas de la lengua, pueden llegar hasta la superficie de los dientes. Así, se formará la placa bacteriana, pudiendo causar enfermedades como la gingivitis. Además, las bacterias que proliferan en la lengua pueden llegar a desencadenar otro tipo de enfermedades como la neumonía o propiciar problemas del corazón. De esta forma, la limpieza de la lengua mejora la salud y conlleva una serie de beneficios como la mejora el sentido del gusto y la facilitación del proceso de la digestión.
¿Cómo puedo saber si mi lengua está limpia?
A través de una inspección ocular frente al espejo, se puede revisar el estado de la lengua. Normalmente, la lengua tiene un color rosado que predominará cuando esté limpia. Por el contrario, si se observa un color blanco o amarillento, es la señal de que la lengua no está limpia.
En el Centro Odontológico San Pablo, avisamos de la importancia de tener una lengua limpia para una mejor salud bucal. Nuestros profesionales pueden ayudarte a mejorarla.