¿Cómo debe ser la limpieza bucodental de los niños?
La salud de los dientes de los más pequeños debe cuidarse prácticamente desde su nacimiento. Antes de que le salgan las primeras piezas, cuando es un bebé se debe limpiar la boca y las encías con una gasa humedecida en agua. Al cumplir los seis meses, comenzará a crecerle su primer diente. Incluso los alimentos que ingiera desde entonces influirán en su salud bucodental de por vida.
A los dos años, a los niños les han salido casi todos los dientes. Los padres pueden empezar a enseñarles el hábito del cepillado, usando una cantidad reducida de pasta dental. Para ello, se recomienda que aprendan la rutina de cepillarse los dientes como si fuera un juego. Hay que predicar con el ejemplo e instruirles la técnica manualmente.
Es esencial que comiencen cepillándose los dientes al menos dos veces al día, después del desayuno y antes de irse a dormir. Así, cuando cumplan los tres años tendrá la técnica prácticamente asimilada y aprendida. Para que la rutina del cepillado sea más divertida, compra un cepillo infantil. Tiene fibras suaves y estampados de dibujos. El cepillo deberá renovarse como máximo cada tres meses.
Con respecto a la técnica, la más sencilla para los niños consiste en hacer movimientos cortos circulares en las caras internas y externas de los dientes. Una vez que sean más mayores, deberán cambiarla a una más propia de los adultos. Se trata de dividir la boca en cuatro zonas de cepillado, ejecutando la acción desde arriba hacia abajo, desde el borde de la encía hasta el final del diente. Es recomendable comenzar con las piezas traseras y cepillar también la lengua desde atrás hacia delante.
Conforme vaya creciendo, el pequeño irá adquiriendo cada vez más independencia para cepillarse solo los dientes. En general, suelen hacerlo bien cuando tienen siete años. La supervisión hasta ese momento será crucial para que adquiera un buen hábito. Así, se podrá evitar que cometa errores como arrastrar el cepillo de forma horizontal. También suele ser habitual que al principio se traguen el agua y no se enjuaguen bien la boca. Por ello, no es aconsejable usar pasta con flúor hasta los dos o tres año, hasta que sepamos que el niño sepa enjuagarse la boca sin tragar parte del dentífrico. Para ello hay pastas específicas por tramos de edad con la concentración adecuada de flúor en cada momento.
Peligros de salud dental en la infancia
El consumo reducido de azúcar es un consejo básico para tener una vida sana. Desde el nacimiento, hay que tener cuidado con las cantidades ingeridas de esta sustancia. En la dieta de los bebés, no debería representar más del 10%, puede causar la denominada ‘caries del biberón’.
Otra anomalía en la formación del esmalte puede ser la fluorosis. Suele afectar a niños con edades comprendidas entre el año y medio y los tres años. La ingesta excesiva del flúor provoca manchas en los dientes.
El uso desmesurado del biberón y del chupón también supone un riesgo para el correcto desarrollo de los dientes de los más pequeños. Al cumplir el año, el bebé deberá dejar el biberón de manera progresiva. De esta forma, cuando tenga 18 meses, lo habrá dejado de utilizar por completo. En este mismo momento, también se recomienda eliminar el chupón. A pesar de ello, como máximo podrá usarlo hasta los dos años.
¿Cuándo deben acudir por primera vez al dentista?
Normalmente, deberán ir al dentista al cumplir su primer año o cuando le crezca su primer diente (06 meses aprox.). Una vez erupcionados los dientes, la visita al odontopediatra es cada 4 meses hasta los 02 años, y de ahí cada 6 meses. Los controles odontológicos son fundamentales en la primera infancia para así reducir el riesgo de caries dentales.
En el Centro Odontológico San Pablo, nuestros profesionales están altamente cualificados para ayudarte a cuidar la salud bucodental de tus hijos. ¡Visítanos!
Dra. Mariola Magni Pueyo
COP: 17846 / RNE: 1087
Odontóloga Pediatra