Para algunos niños la bata blanca del dentista suele ser intimidante, la mayoría al sonido agudo de los instrumentos que usa, otros a una mala experiencia. Los motivos sobran para aquellos niños que tienen miedo a acudir a la consulta de un dentista.
Para la Dra. Mariola Magni: “Considero que los niños que suelen ponerse difíciles en una consulta odontopediátrica se debe al temor a lo desconocido más que una experiencia traumática o dolorosa”.
En el caso de los más pequeños de la casa este temor es mucho mayor. Pon en práctica estas rutinas para evitarlo.
- Es importante que la relación entre el niño y el odontopediatra sea natural. Las visitas a la consulta deben formar parte de su rutina como ocurre con las visitas al pediatra. La primera visita al dentista debe tener lugar cuando sale el primer diente. Si desde entonces se mantiene una periodicidad de seis meses, el odontólogo formará parte del universo de la salud del niño.
- Los padres también han de cumplir esta rutina. Si tus hijos ven que vas al dentista periódicamente, que te dejas evaluar los dientes y que no tienes miedo a los procedimientos y le explicas que no duele nada ni durante ni después, lo aceptará con más facilidad.
- Hay que procurar que el pequeño vea con naturalidad las visitas al dentista, para que así no le extrañe el espacio, el instrumental, las instalaciones… Y para ello son fundamentales los primeros contactos. Es recomendable que el dentista que visite sea un Odontopediatra.
- Los padres ayudan mucho teniendo una actitud positiva, explicándole a dónde van y a qué, para que el niño tenga confianza. No es bueno intentar tranquilizarle con frases que en realidad incitan al miedo como “no temas que no te van a hacer daño”, “no te preocupes que no va a doler” …
- Si se ha portado bien, se debe premiar al niño con diploma y recalcar que ha sido un verdadero campeón.
Dra. Mariola Magni Puello – ODONTOPEDIATRA
COP : 17846 / RNE : 1087